Un preso marroquí de 30 años será deportado de España por agredir a otro interno durante una reyerta en la prisión de Cáceres hace siete años. El procesado cumplía en abril del 2001 condena por otro delito en el penal cacereño y, antes de ser juzgado por la agresión, salió de prisión huyendo a Holanda, de donde los tribunales cacereños han tenido que extraditarlo para poder sentarlo en el banquillo de los acusados siete años después del suceso.

El juicio se celebró el pasado 10 de marzo en la Sección Primera de la Audiencia Provincial, que ya ni siquiera juzga asuntos penales (solo civiles) pero que este había quedado pendiente por la búsqueda del prófugo cuando se reorganizaron las jurisdicciones de las dos secciones de la Audiencia cacereña.

La sentencia impuesta al procesado se ha dictado de conformidad con las partes. El tribunal le ha impuesto tres años de prisión por un delito de lesiones y una multa (de un mes a 6 euros diarios) por otra falta de lesiones. Al ser un inmigrante ilegal, la condena se le sustituirá por la expulsión del país y la prohibición de retornar a España durante diez años, según él mismo ha aceptado.

Los hechos ocurrieron el 29 de abril de 2001. El marroquí golpeó "violenta y reiteradamente" en la cara a otro interno tras discutir con él rompiéndole cuatro dientes. Otro preso amigo del agredido salió en su defensa portando un objeto en la mano, supuestamente para clavárselo al marroquí. Un funcionario consiguió interceptar a este interno y quitarle el arma. El marroquí aprovechó el momento para golpear también a este interno, hasta que fue reducido por los funcionarios. El condenado se encuentra en prisión preventiva a la espera de su deportación.