El administrador de la Red Ferroviaria de Alta Velocidad (Rave) lusa, Carlos Fernandes, reconoció que el AVE entre Lisboa y Madrid podría sufrir un retraso de al menos tres años si el Laboratorio Nacional de Ingeniera Civil (LNEC) decide que la nueva travesía sobre el Tajo se lleve a cabo entre las localidades de Beato y Montijo, en vez de la que ya está estudiada entre Chelas y Barreiro. Así y aunque aún no hay una decisión firme, el dirigente confirma la posibilidad de que la ubicación del nuevo aeropuerto lisboeta modifique los planes y obligue a construir un puente –según el estudio de la consultora TIS para el LNEC y publicado en este diario el 7 de marzo–, que retrasará la construcción de la línea ferroviaria.

Así, en la sexta edición del Congreso Mundial de Alta Velocidad (Eurailspeed), que se celebra estos días en Amsterdam, el responsable por la Rave indicó que si el LNEC decide modificar el trayecto inicialmente seleccionado, que ha sido desarrollado por la Rave, supondrá un retraso de tres años como mínimo para que la línea del AVE entre las dos capitales ibéricas esté concluida. En su opinión, solo es necesario hacer las cuentas de los tres años de estudios que ha realizado la Rave para llegar a la actual solución de Chelas-Barreiro, que ahora habría que repetir si la nueva ubicación decidida por el LNEC es Beato-Montijo y el Gobierno luso la aprueba.

Ya el ministro de Obras Públicas de Portugal, Mario Lino, había admitido anteriormente, en declaraciones a la prensa portuguesa, posibles alteraciones en el trazado de la futura línea ferroviaria de alta velocidad entre Madrid y Lisboa. El Gobierno luso defiende que el AVE tiene que pasar obligatoriamente por el nuevo aeropuerto lisboeta, lo que hace necesaria la construcción de un nuevo puente sobre el río Tajo, en cuya orilla sur estará situado el que será el segundo aérodromo con el que cuente la capital portuguesa.

La localización exacta de esa tercera travesía sobre el río todavía no está definida pero se están estudiando dos opciones: Beato-Montijo –la que considera más adecuada la consultora CIS en el estudio que ha elaborado para el LNEC– y Chelas-Barreiro –la que ha desarrollado la Rave–. La elección de la primera opción en vez de la segunda, como propone la Rave, no solo supondrá "varios años de retraso", según Fernandes, sino también la "pérdida de fondos comunitarios", que tienen de plazo para ser utilizados hasta el 2015. No obstante, el responsable de la alta velocidad lusa aún no da por hecho que se apruebe la opción Beato-Montijo, ya que, según asegura, la obra es muy compleja.