El Ayuntamiento de Mirandilla tomará medidas para evitar que las posesiones que la familia Molina tiene en el pueblo les inviten a volver, caso de que la justicia no impida su regreso.

Esa es la cuestión que más preocupa a los vecinos de esta localidad pacense, que los presuntos agresores que hirieron el domingo a tres personas con disparos realizados desde su vivienda puedan volver a cruzarse con ellos. Y eso es lo que reclaman a los jueces: "Que no vuelvan", aseguran, pero no las tienen todas consigo. Es más, las explicaciones dadas ayer por el subdelegado del gobierno en Badajoz, Inocencio Ramos, no convencieron a muchos. Ramos y también el alcalde de este municipio, José María Carrasco, indicaron que, según han podido conocer, "no tienen intención de regresar", pero, por si acaso, el edil avanzó que "el ayuntamiento pondrá todos sus medios para que, si su intención libre es regresar, sus posesiones en esta población no sean algo que los sujete aquí". Es decir, buscará las medidas legales para que esas propiedades (dos casas y un terreno), no sigan en su poder. Esa explicación si convence más a los vecinos. Mientras tanto, la Guardia Civil custodiará las 24 horas del día la población durante una semana y después, el dispositivo cambiará en función de las circunstancias, comentó Ramos.

Así lo manifestó tras la celebración de la Junta Local de Seguridad en el Ayuntamiento de Mirandilla. Aunque no quiso desvelar el número de agentes que realizarán esta labor, por cuestiones de seguridad, argumentó, sí avanzó que habrá un "número suficiente" de guardias civiles en estas labores de vigilancia, repartidos en tres turnos diarios durante esta primera semana de dispositivo. Una vez transcurra esta primera semana se analizará la situación y se verá cuál será el dispositivo "más adecuado" a poner en marcha para preservar la convivencia y la paz ciudadana.

 

POR LA CONVIVENCIA Ramos, quien presidió la reunión acompañado por el alcalde y el teniente coronel de la Guardia Civil Manuel Contreras, apuntó que la Guardia Civil proporcionará una seguridad "objetiva y subjetiva" al ciudadano con la intención de preservar los "bienes y personas" del municipio. En este sentido, insistió en que "por encima de todo está la preservación del estado de derecho, la seguridad de las personas y los bienes, tratar de que la convivencia impere y de que los violentos desaparezcan".

En cualquier caso, no garantizó que los presuntos agresores no vayan a regresar al pueblo, porque "nosotros hemos hecho lo que teníamos que hacer, el restablecimiento de la paz, pero no podemos intervenir en el poder judicial".

Por otro lado, reiteró que cuatro personas de la familia Molina –los padres, un hijo y el novio de una hija– están detenidas en dependencias policiales de Mérida y serán puestas a disposición judicial. A este respecto, los otros cuatro miembros de la familia, menores de edad, están custodiados en un lugar que no quiso desvelar por su seguridad.

 

¿Y LOS VECINOS IMPLICADOS? Una vez conocido el dispositivo de seguridad establecido, otra preocupación que asalta a los vecinos es qué va a pasar con quienes rompieron vehículos de los presuntos agresores y también de la Guardia Civil. A este respecto Ramos explicó que "la lee es igual para todos; nadie queda al margen de la ley, hay unos procedimientos legales y eso es lo que hay que aplicar". De hecho, ayer había personas envueltas en estos incidentes del domingo que prestaban declaración ante las autoridades competentes.