La Asociación Lobo Cerval ha solicitado un equipo del Seprona en la zona de Zarza de Granadilla y mayor vigilancia en los parajes naturales del área de Granadilla para evitar el furtivismo.

El colectivo denuncia que los cazadores furtivos son un peligro para el lince ibérico con la colocación de trampas y cepos y denuncia que el lince "se sigue cazando en Extremadura", apuntó Carlos Pino, de Lobo Cerval. "En marzo empiezan a parir los linces y ahora es un momento muy delicado para la especie que necesita que no les molesten", afirmó. La asociación considera que uno de los factores de la disminución del lince en la zona de Granadilla es la escasa vigilancia que ha habido durante años y confían en que la situación cambie a raíz del proyeto del centro de cría en cautividad.

Lobo Cerval puntualiza que la Asociación de Caza de Granadilla está compuesta por "buenos cazadores" que no deben permitir que por un escaso grupo de "pistoleros se dañe su imagen y su buena reputación". Asimismo, en opinión de Pino, la asociación de cazadores debería recibir toda la información que precisen sobre el proyecto de la cría en cautividad de esta especie. Los ecologistas se encargan de censar la especie mediante el fototrampeo y el análisis de sus excrementos por el ADN.