Los ganaderos de Alburquerque denuncian una vez más el incremento de los ataques de los buitres leonados, muy presentes en la zona, a sus animales vivos. El último caso ocurrió en la finca rural Esparragalejo en la tarde del martes 11 de enero, cuando una bandada formada por más de una treintena de estas aves necrófagas atacaron a una vaca que estaba de parto y a su novillo. El resultado, los dos animales muertos.

El ganadero José Luis Rasero explicó lo que pasó: "Una bandada de buitres se abalanzó sobre la vaca y la cría que acababa de nacer acabando con la vida de ambas; de la vaca, que murió desangrada, y del ternero que comenzaron a comérselo", señala el afectado.

Al menos cuatro ataques de este tipo se han producido en su cabaña ganadera desde que la enfermedad de las vacas locas exige la retirada, por parte de personal autorizado por la Administración, de todo resto ovino, bovino y caprino del medio natural. Además, la norma europea obliga a regular la comida para las aves necrófagas, analizando los cadáveres y retirando el material de riesgo. "Al faltarles su alimento natural, al no existir animales muertos en el campo, buscan el ganado vivo", indica.

Los ganaderos exigen soluciones a la Administración autonómica que pasarían por instalar comederos en el campo para estas aves carroñeras, puesto que los ataque no solo se producen a los animales heridos. "Algún día pueden atacar hasta a alguna persona si no se pone alguna solución sobre la mesa", opina el mismo ganadero.