Dos chalets de la zona de la avenida de Portugal fueron asaltados durante la pasada madrugada con sus moradores en el interior durmiendo. Además, intentaron acceder a otro a través de una ventana, aunque desistieron, al parecer al percatarse de que tenía alarma. La Delegación del Gobierno en Extremadura informó, sin embargo, que los robos se habían producido en los tres domicilios.

Los asaltos se desarrollaron entre las doce de la noche y las cuatro y cuarto de la madrugada. Los dos chalets donde robaron están situados en la avenida de Portugal y en el que intentaron, en la calle Luis Vaz de Camoes. Los tres están casi juntos.

En uno de los chalets, propiedad de un carnicero, los ladrones, después de saltar la tapia, entraron en el domicilio por una ventana sin rejas. Se llevaron numerosos jamones y embutidos que tenía almacenados.

En el segundo chalet, propiedad del matrimonio formado por Juan Félix García del Río e Isabel Santamaría, entraron desmontando la cerradura de la puerta por el procedimiento del sacacorchos . Registraron todas las estancias, sobre todo el despacho, cuya mesa sacaron fuera de la casa, y se llevaron una importante suma de dinero, que excepcionalmente tenían en casa para realizar un ingreso. También se hicieron de dos portátiles, un reloj, una cartera y documentación del negocio que regenta el propietario, un concesionario de ambulancias.

Isabel Santamaría explicó que en el momento del asalto estaban en casa su marido y sus dos hijos, durmiendo, "y no hemos sentido nada, han pasado por delante de nuestras narices y han puesto todo patas arriba, y menos mal que no nos hemos despertado, porque, qué haces. Sentimos una inseguridad y una impotencia impresionantes".

Señala que encontraron tres bolas de acero de adorno cambiadas de sitio, en una escalera, y se preguntaba si serían para atacarles si despertaban. Por su parte, Juan Félix García aseguró que al despertar sintió irritación en los ojos. Ambos fueron trasladados a un centro sanitario para realizarles un reconocimiento médico que debe certificar si los ladrones utilizaron alguna sustancia narcotizante para impedir que se despertaran.