Más de 2.000 cerdos se sacrificarán durante la campaña de la matanza domiciliaria en la comarca de Zafra Río Bodión, un número menor que la anterior. El coordinador veterinario de la campaña, Antonio Daniel Penco, ha explicado que el descenso de los sacrificios se debe a varios factores, pero principalmente a que "la gente joven no desarrolla esta tradición, a que las viviendas de ahora no reúnen las condiciones necesarias para realizar estas faenas, a las prescripciones facultativas sobre el aumento del colesterol en algunas personas y al precio de los piensos de los cerdos que es algo caro", aseguró.

Penco afirmó que el pasado Día de la Constitución se sacrificaron unos 130 cerdos en la comarca de Zafra, y destacó que no sólo se hace en las zonas rurales, sino también en las ciudades como Zafra, donde se matan cerca de 300 cerdos.

El vecino de Puebla de Sancho Pérez, José Antonio Morales, lleva más de 25 años sacrificando uno o dos cerdos para el consumo de su familia. Considera que se esta perdiendo la tradición de la matanza extremeña, aunque afirma que "se debe de realizar si queremos tener embutidos para el invierno". Para verificar la calidad de las carnes, los veterinarios acuden al lugar de la matanza para la recogida de las muestras, observar las vísceras, hacer un estudio visual de los órganos del animal y después, obtener una muestra para hacer un reconocimiento microscópico por si tiene alguna enfermedad.