Además de los cursos de cocina que se vienen impartiendo desde hace diez años, la escuela de cocina Luis Irízar de Plasencia puede acoger ya cursos de inserción y formación profesional gracias a las obras de reforma que se han llevado a cabo en el inmueble.

La alcaldesa y los ediles de Turismo, Obras y Hacienda recorrieron las remodeladas instalaciones y precisamente Blanco incidió en la posibilidad de ampliar la oferta formativa del centro municipal con cursos de coctelería y otros servicios hosteleros. Será posible gracias a la construcción de una barra con fregadero y todas las cámaras necesarias, una novedad que se ha añadido a la reparación del tejado; la pintura interior y exterior y las reformas de la instalación eléctrica y calefacción.

Las obras, con un coste de 20.000 euros, duraron cuatro meses, lo que obligó a retrasar el inicio del curso de cocina –con 25 alumnos en el primero y 16 en el segundo– a finales de octubre. Sobre la posibilidad de ampliar el centro con la compra de la antigua carpintería anexa, la alcaldesa explicó que el gobierno sigue trabajando en la adquisición del edificio y confía en llegar a un acuerdo con los propietarios en breve.