Los 2.500 vecinos de Guadiana del Caudillo se pregunta qué ocurrirá con el nombre de su pueblo cuando entre en vigor la Ley de la Memoria Histórica, que suprime los símbolos franquistas. Guadiana del Caudillo se construyó en los años 50 dentro del Plan Badajoz ideado por Franco.

Según recoge la agencia Europa Press, algunos vecinos optan por "dejar las cosas como están" y prefieren por mantener el actual nombre del pueblo por considerar que "forma parte de su historia y de sus raíces". Sin embargo, otros se inclinan por "abreviar" el nombre y se denomine Guadiana. De este modo, pretenden que se borre el recuerdo del caudillo, por ser considerado como "una figura de la España negra" y una persona "que hizo muchas cosas malas".

Ante todo esto, el alcalde del municipio, Antonio Pozo, del Partido Popular, no se muestra conforme con alterar el nombre y reconoce "la expectación y el debate" suscitado entre sus vecinos a raíz de la aprobación de la Ley de Memoria Histórica. A este respecto, el edil sostiene que él "es un mandado" y, como tal, "si el clamor popular" se lo exige, entonces cambiaría el nombre del municipio. Además, agrega que durante anteriores mandatos del PSOE ya se modificaron "los nombres de dos calles, dedicadas a Franco y a Primo de Rivera".

De momento, a la entrada del ayuntamiento hay instaladas dos placas que reflejan la división de pareceres entre la población; una de ellas está dedicada al dictador "por fundar Guadiana del Caudillo" y la otra inscripción homenajea a los primeros colonos que propiciaron "el progreso de Guadiana".