La trashumancia y la ganadería ha sido un medio de vida para muchas familias extremeñas que han dedicado su labor profesional al pastoreo y el cuidado de su ganado. Fiel compañero en esta tarea ha sido siempre el mastín, un raza que se encuentra en Extremadura en peligro de extinción.

"Una vez que ha desaparecido el lobo, los pastores han seleccionado otros perros foráneos como el pastor alemán, belga o boxer para defender al rebaño del zorro", explicó Carlos Pino, responsable de trabajo de campo de la Asociación Ecologista Lobo Cerval.

Con la filosogía de dar a conocer la trashumancia y la importancia del mastín en el cuidado del ganado, este colectivo ha desarrollado un encuentro con los 420 alumnos del Instituto de Educación Secundaria Gregorio Marañón de Caminomorisco. La actividad consistió en una exposición de fotografías y el contacto directo con un mastín y un cabritillo de pocas semanas de vida. "Hemos impartido varias charlas sobre la importancia que supone mantener la actividad de la trashumancia y el uso público de las cañadas y los cordeles".

Los alumnos formaron lazos de afectividad con los animales a través de un mastín que cuida "actualmente 1.000 ovejas en la dehesa de Guijo de Granadilla". Lobo Cerval tiene previsto desarrollar esta actividad en otros centros educativos de la zona de Hurdes y de Tierras de Granadilla para revitalizar "la labor de defensa para proteger el ganado y convertirse, a lo largo de las generaciones, en un perro enorme capaz de enfrentarse a lobos y osos".