Medio centenar de medieros del tabaco visitaron ayer la factoría de Altadis en Logroño en el transcurso de un viaje patrocinado por la compañía y auspiciado por el cultivador de tabaco de Talayuela, José Vizcaíno.

El viaje permitió a los hombres y mujeres del tabaco conocer el funcionamiento de una factoría que tiene una capacidad de producción de 31.000 millones de cigarrillos anuales y da trabajo a 580 personas.

La expedición de ayer se realizó por décimo segundo año consecutivo y estuvo integrada fundamentalmente por medieros del tabaco de Rosalejo, municipio de fuerte tradición tabaquera. El artífice de la iniciativa, José Vizcaíno, ha sido durante toda su vida cultivador de tabaco, pero su carácter campechano y polifacético le llevó a convertirse en pequeño accionista de Tabacalera (hoy Altadis), a inventar un recuperador de calor para secaderos de tabaco Virginia que ahorraba combustible y a reclamar para su pueblo, Talayuela, una fábrica de cigarrillos.

Vizcaíno, que llegó a encadenarse en la sede central de la compañía para conseguir su propósito, pasó de ser temido en la antigua Tabacalera a convertirse en un hombre entrañable que hoy mantiene excelentes relaciones con todo el personal de alta dirección. Por eso cada año, en la junta general de accionistas de la sociedad, Vizcaíno solicita a Altadis que renueve el compromiso de organizar un viaje para los medieros que compartían beneficios al 50% con el propietario de las tierras cultivadas de tabaco. Gracias a la iniciativa, desde 1995, más de 600 personas del Campo Arañuelo y La Vera han tenido la oportunidad de conocer las fábricas de cigarrillos de Logroño y Alicante y el viaje ya forma parte del calendario de actividades programadas por la dirección de la multinacional tabaquera en la época previa a la Navidad.

José Vizcaíno no consiguió que el Gobierno autorizase la instalación de una fábrica de cigarrillos en la zona donde se produce aproximadamente el 90% del tabaco de toda España, pero sí ha logrado instaurar un viaje que, en esta ocasión, ha llevado a los medieros a la capital riojana para ver el destino que se da a su materia prima.

La factoría actual, inaugurada en el año 1978, vino a sustituir al histórico edificio que hoy es sede del Parlamento de La Rioja. La instalación es pionera en tecnología y ostenta un récord de producción de cigarrillos. Su especialidad son los rubios y Fortuna y Nobel son los buques insignia de la factoría. La fábrica esconde muchos secretos, sobre todo en la sala de salsas, donde se condimentan los cigarrillos con guardadas fórmulas a las que pocos tienen acceso y entre las que aparecen miel de azahar, glicerina o propilengicol.

Los medieros disfrutaron de la rica gastronomía riojana, durmieron en un hotel de lujo y visitaron las Bodegas Azpilicueta, que cobijan afamados caldos.