La chirigota gaditana "Los Juan Palómez" encandiló con su actuación al público de Navalmoral de la Mata, con motivo de la primera edición del "Carnaval chico" que se celebra coincidiendo con las Fiestas de San Miguel. Los gaditanos, que obtuvieron el primer premio del concurso celebrado en su ciudad natal el pasado carnaval, participaron en el primer encuentro de murgas y chirigotas organizado por la Concejalía de Ocio junto a los "Faratabailes", de Navalmoral de la Mata, y "La Caidita", de Badajoz, que también fueron los primeros clasificados en las ediciones de sus respectivas ciudades.

"El Canijo", de origen sevillano y único integrante de la chirigota no gaditano, demostró al público que no sólo es un excelente letrista, sino también un magnífico actor con dotes de humorista.

"Me pelan los nísperos y me calientan los huevos", dijo el sevillano al presentar a su corte de ayudantes de cocina. El sevillano representó a la perfección su papel, el de un chef pasado de kilos con una docena de ayudantes que trabajan en la "nouvelle cuisine".

Hizo alarde de su gordura, derrochó simpatía y se enfrentó a unos monólogos cargados de ironía que provocaron la carcajada de las aproximadamente 2.500 personas que se concentraron en el parque municipal moralo para contemplarlos.

"No sé si nos vamos a ir cuando cante el gallo o cuando cierre El Gallo", dijo "El Canijo" al público en clara alusión a un club de alterne próximo a Navalmoral. Y es que su actuación estuvo salpicada de referencias al amor y las mujeres con cuplés, pasodobles e, incluso, una saeta. "Los Juan Palómez" lograron implicar en su actuación a un público entregado que respondió a sus estribillos y alcanzaron un elevado grado de complicidad, transformado en aplausos, cuando dedicaron un tema al terrorista Juan Ignacio de Juana Chaos.

"Si se encuentran un gordo por la calle denle su solidaridad, su ayuda y su apoyo, pero sobre todo denle una "rebaná" de pan Bimbo "untá" en foie-gras que es lo que más le va a gustar", espetó "El Canijo" con su peculiar acento sevillano a un público que no paró de reir durante los 90 minutos de su actuación. Escenificaron un paso andaluz de Semana Santa, cantaron su último tema sin micro y cargaron de magia la noche con olor a carnaval.

La murga pacense "La Caidita" apareció en el escenario con el vestuario que representaba a la tripulación de un barco hundido, con Neptuno y una sirena incluidos.

Interpretaron temas que clamaban por la libertad, criticaron las diferencias existentes entre el primer y el tercer mundo y repitieron el estribillo que más sonó en su carnaval.

"Si queremos que haya barcos, si queremos que haya mar, tenemos que hundir Portugal". No faltaron las alusiones al ex presidente Rodríguez Ibarra ni a los "personajillos del corazón", y cantaron a ritmo de twist sus temas más locales.

"Los Faratabailes" dedicaron uno de sus temas al inspector jefe de la Policía Local y a la concejala independiente Ángela Miguel. Interpretaron lo mejor de su repertorio de 2006, "De aceites y otros ungüentos", con ironías a la tala de árboles y los buzones de correos. Vestidos de boys, totalmente de negro, dieron la sorpresa cuando, al final de su actuación, se despojaron de su ropa al más puro estilo "Full Monty" y se quedaron en tanga exhibiendo sus nada atléticos cuerpos.