Las organizaciones ecologistas Adenex, SEO/BirdLife, WWF/Adena y Ecologistas en Acción mostraron ayer su rechazo frontal a la construcción de la futura autovía autonómica entre Cáceres y Badajoz por considerar que esta infraestructura tendría un "altísimo" impacto ambiental al atravesar varios espacios naturales protegidos.

Por eso han solicitado a la Junta de Extremadura la retirada inmediata del proyecto y, en su lugar, invertir en el mantenimiento de la carretera que actualmente enlaza las dos ciudades, la Ex-100. Por su parte, desde la Administración regional aseguran que estos colectivos se han adelantado ya que aún no existe ningún trazado ni decisión concreta.

Los ecologistas, que ya conocen los cuatro corredores alternativos fijados en el estudio informativo encargado por la Consejería de Infraestructuras y Desarrollo Tecnológico, aseguran que en cualquiera de los casos la autovía Ex-4 entre Cáceres y Badajoz tendría un impacto "crítico e irreversible" sobre el medio ambiente.

En este sentido, califican el proyecto como "inadmisible", ya que afectaría "gravemente" a la Sierra de San Pedro, un espacio natural que cuenta con diversas figuras de protección tanto a nivel autonómico como por parte de la Unión Europea –tiene diversas poblaciones de animales en peligro de extinción como el águila imperial o la cigüeña negra–. Según estas organizaciones, la construcción de la autovía podría suponer la violación de las normativas europeas sobre hábitats y aves.

Pero además, ponen en cuestión la necesidad de esta infraestructura, al considerar que no mejorará las comunicaciones entre las dos capitales provinciales. Bajo su punto de vista, ambas ciudades ya están enlazadas a través de vías rápidas gracias a la A-66 (Ruta de la Plata) y la A-5 (Autovía de Extremadura). Asimismo, recuerdan que existe la alternativa de la Ex-100, sobre la que apuntan que "presenta un tráfico tan bajo en la mayoría de los tramos que no alcanza los valores mínimos que el Ministerio de Fomento considera necesarios para desdoblarla".

MEJORAR LA EX-100 Por este motivo, las organizaciones ecologistas consideran que la mejor opción es descartar el proyecto de autovía e invertir en la mejora y acondicionamiento de la Ex-100. Así, proponen rectificar algunas curvas, crear carriles para vehículos lentos en determinados tramos y construir cincunvalaciones para evitar las dos poblaciones que atraviesa actualmente esta vía, Puebla de Obando y La Roca de la Sierra.

"Tras analizar los cuatro corredores que se manejan (en la primera fase del estudio informativo), llegamos a la conclusión de que todos afectan en mayor o menor medida a este espacio natural de gran valor medioambiental. Es necesario analizar si realmente es necesario y merece la pena construir esta carretera para ahorrar solo 15 o 20 minutos de viaje", señala Marcelino Cardiallaguet, delegado de SEO/BirdLife en Extremadura. Bajo su punto de vista, reformar la actual Ex-100 supondrá una "menor inversión" y permitirá además conservar la Sierra de San Pedro, que en el futuro "podría ser Parque Nacional".

Para Antonio Gentil, director técnico de Adenex, las obras supondrían un gran impacto para el habitat de las especies protegidas: "Se producirá una gran ocupación de terreno en 90 kilómetros, lo que conlleva una tala masiva de decenas de miles de encinas y alcornoques y una enorme barrera de asfalto y vallado para el paso de fauna".

Desde la Junta de Extremadura, el consejero de Industria y Medio Ambiente, José Luis Navarro, afirmó ayer que los colectivos ecologistas "se han adelantado" al mostrar públicamente su rechazo a la autovía. Según manifestó, "aún no se ha propuesto ningún trazado" y solo están en estudio cuatro posibles corredores. Navarro declaró que la Administración regional entiende que se trata de "una zona sensible" desde el punto de vista medioambiental e intentó transmitir un mensaje de tranquilidad al subrayar que el estudio "está aún en una fase muy inicial" y que se "respetará la legalidad" en todo momento.