El Ministerio de Fomento prevé abrir al tráfico la variante de Trujillo de la autovía A-58 el próximo mes de febrero, según informaron ayer fuentes de este departamento.

El tramo tiene una longitud de 9,5 kilómetros y el Gobierno invertirá en su ejecución 18,4 millones de euros. El contrato fue adjudicado el 22 de diciembre de 2005 a la empresa Corsan-Corviam, S.A., que en la actualidad trabaja en el tercero de los enlaces proyectados, que conecta con la N-521 en las inmediaciones de Trujillo.

Un portavoz de Fomento explicó ayer que el contrato contempla que la obra debe estar finalizada el 29 de febrero de 2008 y que los trabajos se desarrollan según lo previsto. No obstante advirtió que resulta complicado dar fechas y que lo más probable es que la vía se abra al tráfico durante el primer trimestre del próximo año.

El tramo formará parte de la autovía que permitirá la conexión de la ciudad de Cáceres con la Autovía del Suroeste A-5 y enlazará la capital de provincia con Madrid. Todo el trazado es de nueva construcción y contempla tres enlaces, el primero de los cuales, del tipo trompeta, conectará la variante con la A-5. Este enlace dispondrá de un paso superior sobre la A-5. La segunda de las conexiones se localizará a cuatro kilómetros del enlace inicial y permitirá la conexión de la nueva A-58 con la carretera EX-208.  A esta altura se situarán dos glorietas y cuatro ramales, conectadas entre sí por un paso inferior a la autovía. El tercer enlace constará de una glorieta sobre la autovía, cuatro ramales y dos pasos superiores.

La última adjudicación de esta autovía realizada por Fomento fue el pasado mes de marzo para el tramo Plasenzuela-Santa Marta de Magasca de la A-58. La obra fue adjudicada a la misma empresa por un importe superior a los 32,5 millones de euros.