Ecologistas en Acción del Campo Arañuelo ha denunciado la existencia de vertidos ilegales en el río Tiétar que están provocando un incremento de la suciedad de las aguas en su cauce.

La asociación ecologista achacó el mal estado del río a los vertidos de una industria conservera de Talayuela y a la extracción ilegal de áridos. En este sentido aseguró que se están produciendo "incesantes vertidos de una empresa de aceitunas del término de Talayuela sobre un arroyo que circula al de Santa María y de este al río". Esta forma de proceder incrementa la carga de materias nocivas en suspensión que "cambian densidad, color y envenenan las aguas", según recoge la denuncia.

Este medio de comunicación contactó ayer en reiteradas ocasiones con la industria aceitunera Olea Nostra de Talayuela para conocer su sistema de vertidos, pero sus directivos declinaron hacer declaraciones.

"Nos hemos encontrado pese a las buenas lluvias de esta primavera con unas aguas más sucias que nunca", denunció la asociación conservacionista, que también achacó el mal estado del Tiétar a la "tradicional extracción ilegal de áridos" y al empleo de técnicas más innovadoras en las fincas ribereñas.

"Las modernas instalaciones de algunos empresarios de la grava no sirven de nada si están en manos de ignorantes insolidarios", afirmó con rotundidad Ecologistas en Acción, que ha solicitado a las distintas Administraciones que tomen cartas en el asunto para evitar que el Tiétar se convierta en un río tan contaminado como el Alagón.

Pero el asunto más grave, según esta asociación, es que algunos de los vertidos se realizan aguas arriba de las captaciones de agua potable que tienen Navalmoral de la Mata y Talayuela.

Las consecuencias de estas irregularidades son el vertido de miles de litros de aguas sucias, la destrucción del ecosistema. el incremento de la suciedad de las aguas, la desaparición de plantas acuáticas y la muerte de especies como la almeja de río y la nutria, que se han visto obligadas a cambiar su dieta para alimentarse exclusivamente de cangrejos de río. Para los ecologistas existe una agravante, y es que, pese al avance logrado con la reducción del número de hectáreas dedicadas al cultivo del tabaco, han surgido problemas nuevos.